En verano del 1973 un joven llamado Jussi estaba pasando unos días pescando en Utsjoki, el pueblo más al norte de Finlandia. De vuelta hacia el sur, se quedó sin gasolina. Lo único que Jussi podía hacer era acampar allí mismo, junto a la carretera y en medio de aquel entorno natural. Aquel lugar se llamaba Kakslauttanen. Por alguna inexplicable razón, Jussi se sentía como en casa. El primer verano lo pasó dentro de una tienda de campaña. El año siguiente ya había fabricado una pequeña cabaña, la cual convirtió en cafetería para personas que viajaban hacia Nordkapp. Poco a poco, año tras año, Kakslauttanen fue creciendo hasta convertirse en la empresa turística más famosa de Finlandia. Hoy en día sigue siendo regentada por Jussi con la misma atención y cariño.
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